El Mundo JesuIta, un viaje fascinante a la historia, cultura y arquitectura del siglo XVII....
Las reducciones jesuitas fueron un importante fenómeno histórico que tuvo lugar en Paraguay, Argentina y Brasil durante los siglos XVII y XVIII. Estas reducciones, también conocidas como misiones jesuíticas, fueron establecidas por la Compañía de Jesús con el propósito de evangelizar a las poblaciones indígenas.
Las misiones jesuitas son un destino turístico fascinante que ofrecen una experiencia única para los visitantes interesados en la historia, la cultura y la arquitectura colonial.
Muchas han sido totalmente destruidas o mantienen pocos rastros, pero aún existe una cantidad significativa en buen estado de conservación y que permiten ser visitadas introduciéndonos en esta fascinante parte de la historia.
PARAGUAY
San Ignacio Guazú, esta reducción fue fundada en 1609-1610 por invitación del famoso jefe Arapizandú y se trasladó definitivamente al lugar actual en 1677. Es la más antigua y nos brinda una interesante introducción al mundo Jesuita.
Esta localidad es de muy fácil acceso y está situada sobre la carretera principal numero 1 a 230 km del Asunción y 135km de Encarnación.
Santa María, fué fundada en 1647, nada queda de la antigua misión, ya que su iglesia fue destruida por un incendio en 1889. Muchas de las imágenes y estatuas han sobrevivido al fu
ego y pueden ser admiradas en la iglesia actual. La visita merece la pena, el hermoso museo contiene varias salas , estatuas e imágenes de Santa María, San Ignacio, San Francisco Javier, San Pedro y otros.
Santa Rosa, localizada a unos 150 km de Encarnación, en dirección a la Asunción, fue fundada en 1698 con familias procedentes de Santa María de Fé. En 1883 la iglesia original fue destruida por la acción del fuego. Lo más interesante son los restos intactos del campanario original y la capilla de Nuestra Señora de Loreto, en esta capilla se pueden ver los frescos pintados en sus paredes y un grupo de esculturas que representan la Anunciación, una verdadera joya del barroco.
El altar de la iglesia actual está decorado con un retablo lateral de la antigua iglesia, tan importante que se ha convertido en el altar principal. En cuanto al conjunto urbano, la plaza está rodeada por la iglesia y un importante número de casas con galerías de gruesos muros de piedra y techos de tejas, de trazado original.
Santiago, fundada en 1651 y transferida en 1669 a su ubicación actual.
No queda casi nada de la antigua misión, excepto el muy interesante museo casi una réplica del museo de San Ignacio Guazú, cuenta con conjuntos de estatuas completamente originales y es una gran ventana que abre una espléndida introducción a las ruinas de la antigua misión que generan la sensación de un viaje a esa época.
San Cosme y Damián, en 1632 el Padre Adriano Fornoso fundó esta misión en tierras brasileñas, sufrió varios cambios de ubicación hasta establecerse en esta ubicación en 1740.
A pesar de ser una de las menos interesantes desde el punto de vista arquitectónico, esta misión fue el principal centro de estudios astronómicos en Sudamérica, fue organizada por el Padre Buenaventura Suárez, quien mantuvo contacto con los astrónomos más importantes de Europa.
Ayudado por los indios, el padre Suárez construyó telescopios, cuadrantes y un Reloj de Sol (admirado hasta hoy día) que aunque rudimentario proporcionaba datos precisos.
Trinidad, localizada a 25 km de Encarnación, es sin duda la más interesantes, importante y sugerentes de todas.
Trinidad declarada Patrimonio Universal de la Humanidad en 1993 por la UNESCO, fue fundada por indios que vinieron de la misión de San Carlos, Argentina, sus principales arquitectos fueron los sacerdotes João Batista Prímoli, Milanés y el catalán José Grimau. No totalmente completada, esta misión contendría una de las más grandes y hermosas iglesias de todas las misiones, según las descripciones de los viajeros de la época.
Una de las sacristías alberga un pequeño museo con piezas locales (colores originales) y una maqueta de la misión que no hay que perderse.
ARGENTINA
San Ignacio Miní, se encuentra localizada a 50 km de la ciudad de Posadas (Misiones), en dirección a Puerto Iguazú/Foz de Iguazú, fue una de las misiones jesuíticas más prósperas, siendo parcialmente restaurada por el gobierno argentino.
San Ignacio Miní fue fundado en 1610 en la zona de Guairá, actual estado de Paraná – Brasil (Sete Quedas), en 1631, antes del ataque de los bandeirantes, el Padre Antonio Ruiz de Montoya emprendió un éxodo por el río Paraná para salvar a los sobrevivientes, (cerca de 12.000 indios). Después de un doloroso viaje solo 4000 indios lograron llegar a las orillas del río Yabebirí, un afluente del Paraná. Debido a las inadecuadas condiciones se trasladaron a su actual ubicación en 1695/6.
La iglesia, centrada en el eje de la gran plaza, característica de todas las misiones, era de dimensiones imponentes. la decoración era ciertamente de madera policromada, pintada con colores fuertes y profusión de oro.
Alrededor de toda la misión había trincheras en forma de fosas que la protegían de posibles ataques. Al final de la visita, encontrará el museo de interés considerado con las piezas locales encontradas durante las excavaciones.
Loreta y Santa Ana
Ambas se encuentran cercanas a San Ignacio Miní, debido a las acciones del tiempo y el clima se encuentran en estado de excavación, muy poco queda de estas reducciones. En Loreto fue enterrado el Padre Ruiz de Montoya, famoso en la historia de las misiones. Sus restos habrían sido traídos de Lima por sus amados indios y depositados en el recinto de la iglesia de esta reducción.
BRASIL
San Nicolás, fué fundada por primera vez en 1626 por el Padre Roque Gonzales de Santa Cruz, lleva su nombre en honor al Padre Nicolás Duran Mastrilli.
Esta misión fue golpeada no sólo por intensos fenómenos atmosféricos (huracán en 1684), sino también por el ataque de los bandeirantes que en 1683 lograron diezmar la aldea y capturar 2.000 indios que serían vendidos como esclavos. Poco queda de esta misión a pesar de su grandioso pasado cuando fuera el asentamiento más poblado con 7751 habitantes y los mayores rebaños de ganado, ovejas y caballos.
En el centro de la actual ciudad, se pueden ver los restos de la iglesia principal, una bodega jesuita, una fuente y lo que podría ser el sistema de alcantarillado, además de algunas casas actuales construidas con piedras tomadas de la misión.
São Miguel, fundadas en 1687 se encuentran localizadas en el estado de Rio Grande do Sul, han sido parcialmente restauradas por el Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil.
Además de su iglesia diseñada por el jesuita italiano Giovanni Primoli e inaugurada en 1754 después de nueve años de construcción, la misión contaba con escuelas y talleres de orfebrería, pintura, tallado, herrería y tejidos.
También cuenta con un museo comparable al de San Ignacio Guazú y un espectáculo de luz y sonido donde se cuenta la trágica historia de los «Siete Pueblos de las Misiones».